La comediante Aida Rodríguez cuenta su vida en el libro “Hija legítima”

Desde hace varias décadas las escritoras estadounidenses de origen dominicano vienen pisando fuerte en el mundo editorial, con publicaciones resonantes usualmente escritas en inglés y con velocidad traducidas al español. Tales son los casos de Julia Alvarez, que al inicio del siglo impactó con “En el tiempo de las mariposas”, y Elizabeth Acevedo, por mencionar a alguien de la nueva generación. 

Ahora se suma otro nombre a ese grupo; se trata de Aida Rodríguez, que al contrario de las mencionadas, no es novelista de profesión sino comediante y actriz. En consonancia, Aida no se está presentando en el ambiente literario con una ficción: la artista ha escrito una autobiografía llamada “Hija legítima”, con el sugerente subtítulo de “Transformando el dolor en risa”. 

“Hija legítima” es un inspirador y entretenido relato de la vida de esta figura, que en el ambiente del stand up comedy también es conocida como Funny Aida. “En el libro cuento cómo encontrar el triunfo en las palabras, la victoria en la risa y el amor a través de todo”, ha manifestado. Ha explicado que para llegar a encontrar el tono justo y un relato preciso debió “unir fuerzas” con su versión más joven, reencontrarse con sus recuerdos. Aida, que también tiene sangre puertorriqueña, ha contado que le facilitó la confección de “Hija legítima” el hecho de que por largos años ha escrito un diario de vida.

Actualmente Aida se codea con nombres como Jamie Foxx y las cadenas HBO y NBC, y ha sido destacada por el diario The New York Times, pero en el libro admite que ha tenido grandes sinsabores. En su narración también aborda temas que afectan a las mujeres inmigrantes y a las personas, en general, como la misoginia y el racismo. “Aida es una potencia latina feroz y una brillante y divertida contadora de historias”, ha comentado otro comediante latino de peso, John Leguizamo.

Aida Rodríguez ha vivido, por decir poco, una vida de torbellino. Como cuenta en “Hija legítima”, la historia de cómo pasó de la pobreza a la opulencia es alucinante. Revela que cuando era niña su madre la secuestró y se la llevó de la República Dominicana a los Estados Unidos. Más tarde, un nuevo secuestro, esta vez a manos de su abuela y su tío -quienes querían librarla de una pareja nociva-, la dejó en Florida. Ya de adulta, escapó de un matrimonio tormentoso y terminó, junto con sus hijos, mendigando por las calles de Los Ángeles. Aida nunca perdió su sentido del humor.